domingo, 7 de agosto de 2011

Recuerdos


Recuerdo aquellas tardes de verano,
cuándo el calor sofocaba estas sierras ,
las piedras del corral mal encalado,
reflejando su sombra sobre tierra.

Tus manos manejando los bolillos,
con dulzura y ávida destreza,
marcando en el cojin la maravilla,
del encaje que hacias con firmeza.

Te miraba sentada en esos chinos,
que hoy se guardan tan solo en mi cabeza,
engarzando con manos infantiles,
los jazmines del patio y de la verja.

Me mirabas tan solo de reojo,
indagando de mi cara la tristeza,
yo seguia soñando en girasoles
y en vivir por siempre con certeza.

De repente, dejabas la labor,
con dulzura tirabas de mis trenzas,
!anda niña que tienes que dormir¡
un ratito tan solo, haz una siesta.

la dulzura que transmitia tu voz,
transportaba mi mente hasta otras sendas,
y volaban mis sueños de chiquilla,
hacia un cielo más allá de las estrellas.

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