viernes, 9 de septiembre de 2011

Cuándo ya no esté


No seguiré,
plasmando en mis cuadernos,
amor y desamor,
guerras y hambre,
ni, cantaré al enjambre
de colmenas,
no soñaré, cuándo la luna llena,
releje su figura en mi desván.
Sí cesaré, en blandir mi pluma,
loando maravillas,
cantándole a mi Villa,
soñando en el inmenso mar,
que forma mi olivar.
Recordaré al lobo cuándo aúlla
y al berrear, del ciervo en su solar,
a los niños, que juegan en la arena,
a ese mar, que a mí tanto me llena,
a mis playas mi arena
y su coral.
Subiré a mi barca,
siempre que sople el viento,
sumergiré el lamento
en el inmenso océano de la vida,
Volviendo tierra adentro,
sentiré, galopar mi alma entre los pinos.
y dejaré el camino,
que a la nada ha de llevar
.y ya en tierra de nadie,
olvidaré detalles,
aquellos que en vida,
robaron bien estar,
a toda mi esperanza,
dejando sin templanza,
mi alma y mi lagar.
Recorreré caminos,
antes inusitados,
y volaré las nubes,
que me dieron pesar
y velaré por todos,
aquellos que me amaron
y también por aquellos,
que me quisieron mal.
En esa nueva vida,
no existirán rencores,
viviré los albores,
de un nuevo despertar.
quemaré mis poemas,
en crateres del tiempo
y enterraré por siempre,
el dolor y el lamento.
En ese espacio tiempo,
empezaré a soñar
sigue

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