jueves, 14 de enero de 2016

INJUSTICIA



Por fuera rosa de fuego,
que quema sin echar llama,
por dentro volcán eterno,
que esconde un dolor que inflama.

Corazón que pierde el norte,
ráfagas de sentimiento,
mundo que aplastas sin tino,
dolores y pensamientos.

Hambre en los cuerpos de niño,
armas en manos y cuerpos,
odios que inflaman sus vidas,
haciéndolos parapetos,

Una lucha sin razones
de unas creencias sin suelo,
donde se pueda asentar,
la destrucción de los pueblos.

Al grito de un dios sin nombre,
aplastan nuestros derechos,
imponen su libertad
que en duda nadie la ha puesto.


Si tenéis un dios tan grande
que os pide muerte y desecho,
entregarles vuestras vidas,
en holocausto vuestros cuerpos,
y dejar que el mundo siga
sin creer en dioses muertos.

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